Reseña de Cometierra, de Dolores Reyes

 Cometierra

Autora: Dolores Reyes

Libro Autoconclusivo.

Sinopsis: Dice Cometierra:

«Me acosté en el suelo, sin abrir los ojos. Había aprendido que de esa oscuridad nacían formas. Traté de verlas y de no pensar en nada más, ni siquiera en el dolor que me llegaba desde la panza. Nada, salvo un brillo que miré con toda atención hasta que se transformó en dos ojos negros. Y de a poco, como si la hubiera fabricado la noche, vi la cara de María, los hombros, el pelo que nacía de la oscuridad más profunda que había visto en mi vida».

Cuando era chica, Cometierra tragó tierra y supo en una visión que su papá había matado a golpes a su mamá. Esa fue solo la primera de las visiones. Nacer con un don implica una responsabilidad hacia los otros y a Cometierra le tocó uno que hace su vida doblemente difícil, porque vive en un barrio en donde la violencia, el desamparo y la injusticia brotan en cada rincón y porque allí las principales víctimas son las mujeres. En la persecución de la verdad, en el descubrimiento del amor, en el cuidado entre hermanos, Cometierra buscará su propio camino.

Resumen

"Cometierra" es una especie de maga. Ve cosas a través de la tierra, comiéndola. Sabe cosas sobre casos de desaparición, de violencia. El primer contacto que tenemos con su "poder" es a raíz de la muerte de su madre. Ella come tierra "de su madre" y ve cosas sobre su muerte. Luego, va creciendo, primero criada por su tía y su hermano y luego únicamente por su hermano, y la gente empieza a conocer sobre este poder que tiene y pedirle ayuda. El libro trata, en resumidas cuentas, de su período como "maga" o "vidente" al mismo tiempo que lleva adelante una vida social.

Reseña

Este libro es uno de esos a los que no me hubiera acercado a menos que hubiera una fuerza "mayor". ¿A qué me refiero? A que claramente sale de mi "zona de confort" o mi "límite de intereses". En su momento, ver que había sido un éxito tan grande (traducido, tengo entendido, al francés y al inglés) me llamó la atención. Pero en cuanto leí la sinopsis supe que había algo mágico en la trama y eso me tiró bastante para atrás, por simple gusto personal. En general, no me interesa leer magia.

Cuestión, una amiga me lo regaló para mi cumpleaños (gracias, Lola, si estás leyendo esto), así que tenía esa fuerza mayor. ¿Un libro corto y que había sido un regalo? Bueno, definitivamente no iba a decir que no.

Portada en francés.

El libro es realismo mágico. Cabe aclarar que en parte pertenece a este género porque en ningún momento la protagonista cuestiona sus poderes o, incluso, el resto de los personajes lo hace (es decir, no desde el punto de vista de que tenga poderes, aunque sí hay cuestionamientos desde el lugar del asco, el protocolo o la moral, pero no de que es imposible o una mentira). Nos propone un mundo en el que la protagonista ve cosas cuando come tierra, y esas cosas son fiables. Y eso es un hecho.

Agarra ritmo a medida que te sumergís en la lectura. Es corto, tiene un poco menos de 200 páginas, y creo que, de haber tenido más, habría sido algo cansador. El estilo de escritura es muy particular; seco, directo, fuerte todo el tiempo, y leerlo durante más de doscientas páginas (sobre todo de un tirón) podría haber sido repetitivo.

Algo que me gustó particularmente del libro es, sin dudas, la protagonista, y su forma justamente frontal de tratar las cosas. No se detiene sobre reflexiones "innecesarias". Hay una fortaleza interesante en cómo toma con naturalidad cosas de su entorno y de ella (no sólo su "poder", sino también algunos pensamientos o deseos que tiene) que me hicieron admirarla, incluso. Y esto de que no se detenga en lo "innecesario" no la hace para nada plana, ni tampoco la hace menos preocupada por lo que realmente era importante. Cuando algo le dolía, lo sentías; cuando algo le gustaba, también. No quedaba exenta de emocionalidad, pero tampoco daba mucha vuelta.

Portada en inglés.

Siguiendo con esa línea, me gustaron particularmente los retratos que se hace de las escenas sexuales. Sentí que estaban muy bien hechos y, de nuevo, me inundó de frescura la naturalidad con la que se trataban. No había párrafos enormes describiendo una previa ideal. Estaba, en el texto, escrito el deseo y su consecuencia. Y eso me gustó un montón.

Obviamente, también me llegó la sinceridad con la que hablaba de la violencia machista. Es crudo, pero no morboso: es un retrato bien situado, y bien plantado.

Como dije, fui agarrándole ritmo con el pasar de las hojas. Al principio lo leía medio reacio y luego llegué a sumergirme, conectar con la protagonista, relajarme un poco en la idea del realismo mágico. Pero también tengo que admitir que, por cómo soy como lector, mis gustos y preferencias personales, el libro no me llegó tanto como podría haberlo hecho, ya que no disfruto tanto este tipo de géneros narrativos. Y, mejor dicho, no sólo no los disfruto tanto, sino que no navego con comodidad. Es una reticencia natural, como otrxs lo tendrán a otros géneros y que como consecuencia no disfrutarán libros que están concebidos como muy buenos por toda la gente que sí lo disfruta.

Pero nada. Me parece necesario, e incluso me interesó cómo se acerca a lo mágico. El paralelismo con esto de "tragar" y "cometierra", cómo está presente esta sensación de que se ha tenido que tragar mucha violencia y en el libro el tragar está analogado con la posibilidad de ver. Me gustó el simbolismo en general que rodea al libro. Da para charlar y sacarle hilos.

Así que nada. No tengo muchísimo más para decir.

Mi puntuación:

7/10.