Campeona del Tutti Frutti
Autora: Nía Martínez
Poemario
Sinopsis: Poemas pequeños que van hilando una historia más grande. Anécdotas mínimas, trazos de conversaciones, confesiones que una se hace a sí misma al final de un día muy largo. Una chica de pueblo se muda a la ciudad, de eso se trata todo, de esta sencillez y de estas complicaciones. Alguien que cada tanto vuelve la vista atrás para reorganizar su memoria y despejar el camino que tiene por delante. Y en ese cruce de sensaciones el tiempo da sus sacudidas y se deja sentir en cada paso: una niñez custodiada por peluches y muñecas, costumbres heredadas de nuestras abuelas, las mascotas que cuidamos y en las que nos reconocemos, los amores que nos prometieron todo y luego nos soltaron la mano. ¿Cómo ganar un juego así? Entendiendo, quizás, que los sentimientos no se cuentan por turnos ni se anotan en cuadrículas. Porque son esas sensaciones las que componen una vida.
Reseña
Como bien saben, no soy el mejor reseñando poemarios. No es algo que me salga particularmente bien, o mejor dicho, suelo hacer, en vez de reseñas, comentarios. Pero siguiendo con mi intención de siempre que es mejorar en ello, aquí estoy, reseñando este poemario que compré en la Feria de Editores del pasado domingo (3 de octubre).
Cabe destacar que es de la Editorial Gerania. Ya que el punto en parte es dar a conocer pequeñas editoriales, vale la pena marcarlo. Y la edición está realmente hermosa.
Ahora sí, comencemos.
Lo primero que me llamó la atención, lógicamente, es el diseño de la portada. Es bellísima, adorable y nostálgica de una forma peculiar. Luego, el título: me pasa lo mismo que con la idea de la portada. Me genera nostalgia y a la vez de por sí me cuenta algo, y también es bonito. Es un título bonito.
Concentrándonos en el interior: el poemario está dividido en 7 partes: Nombres, Animales, Colores, Países, Cosas, Famosos y Puntos. Cada uno de dichos títulos es un hilo conductor de los poemas englobados, pero además, completan el significado del título (*).
Entran muchos temas, pero lo que se repite en general es la sensación de mezcla, de paralelismo. Está presente en esto de "revolver la memoria, los cajones del pasado" y en cómo muchas sensaciones terminan pareciéndose a otras y conectándose entre sí.
La parte que más me movilizó fue la primera, Nombres, sobre todo los poemas que trataban de su abuela, de cómo cocinaba, etc. Me generó esa nostalgia de la que les hablaba. Sí que he de admitir que algunos poemas terminaban siendo de amor aunque me hubiera gustado que no fuera así, pero entre otras cosas, es normal que en un poemario haya algún que otro poema que nos guste menos.
Me gusta la sencillez de la autora. Es un tipo de poesía que disfruto mucho, llena de cotidianeidades y de ideas que empiezan chiquitas y se vuelven grandes, o al revés. Pero además y sobre todo, me gusta el hilo conductor que eligió. Va muy bien no sólo con la estética, sino con esto que contaba de la mezcla. Se hace alusión, asimismo, muchas veces a los juegos, a lo lúdico, y creo que tiene sentido si lo miramos desde este punto de vista. El Tutti Frutti es un juego en el que uno escribe la primera palabra que se le ocurra tratando de ganar, y la vida (y el amor) un poco también. Eso es, en parte, lo que entiendo que busca transmitir la autora.
Me gusta también que intercale poemas más cortos con otros un tanto más largos. No se me hizo repetitivo casi en ningún momento (salvo tal vez en estos poemas que les decía que me hubiera gustado que no fueran de amor).
Se lee rápido, es ameno, y si bien algunas partes más que otras, en líneas generales me llegó. También depende mucho de qué te esté movilizando en este momento de tu vida.
Les dejo un fragmento de un poema:
"(...)
supongo que el amor es eso,
que no se entienda bien,
que nunca quede claro,
quién sostiene a quién".
Eso es todo lo que tengo que decir de este poemario. Creo que mejoré en lo que se refiere a reseñarlos, ¿no?
Mi puntuación:
7/10.
*El Tutti Frutti es un juego en el que se establecen categorías (como Nombres, Colores, Países) y se elige por algún método azaroso una letra del abecedario. Los jugadores tienen que completar todas las categorías con palabras que encajen y que comiencen con dicha letra. Por ejemplo, si la letra es "A", se tienen que poner un nombre, un color y un país que empiecen con "A". El primero en completar todas las categorías dice: "Basta para mí, basta para todos" y el resto tiene que dejar de escribir aunque no haya completado todo.
La última columna de todas es "Puntos" que es para contar los puntos obtenidos en cada ronda (20 si se puso una palabra válida y el resto de los jugadores no puso nada o nada válido, 10 si la palabra es válida y no está repetida por ningún otro jugador, 5 si es válida pero otro jugador la puso, y 0 si no se completó nada o la palabra no es válida).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Gracias por comentar!