Buenas, buenas, gente querida, ¿cómo andan? Hacía mucho que no escribía algo arriba de la reseña. Estoy deseoso de compartirles mis pensamientos sobre este libro. Espero que les interese.
Por siempre ¿felices?
Autora: Taylor Jenkins Reid.
Libro autoconclusivo.
Resumen
Lauren y Ryan están juntos hace mucho tiempo. Fueron una pareja de novios enamorada e ilusionada y luego se convirtieron en una feliz pareja de recién casados. Pero todo eso evolucionó a que, actualmente, el matrimonio parece haber consumido su amor. Se pelean constantemente, están resentidos y no se soportan. Hace mucho que postergan hablar con seriedad del tema.
Finalmente llegan a una "solución" o, al menos, a la conclusión de que tienen que hacer algo. Y ese algo es separarse durante un año, sin contacto, sin verse, sin responsabilidades matrimoniales, para ver si las respuestas están por ahí, en algún lado.
¿Estarán? ¿Qué lugar ocupa la sinceridad? ¿El resentimiento? ¿El deseo? ¿Qué es amar y qué significa estar casado? Seguiremos el punto de vista de Lauren durante todo este largo proceso, y descubriremos junto a ella nuevos motivos, nuevas metas, nuevas felicidades y nuevas preocupaciones.
Reseña
Portad de "Los siete maridos de Evelyn Hugo", el libro más conocido de la autora. |
Y siguiendo con mi lazo externo con este libro, les cuento que lo había empezado a leer en una librería y sentí ese algo de que podía ser una lectura que me enriqueciera, además de que me enganchó y me pareció interesante, así que un par de semanas después me lo compré. Y henos aquí, con esta reseña en la pantalla.
Para adelantarles: el libro me encantó. Me transmitió muchísimo más de lo que pensé que iba a transmitirme, honestamente. Al principio tuve un par de problemas con la edición. Titania suele tener unos deslices en cuanto a la revisión ortográfica y eso, en este caso se les dio con los cuadros de diálogo. Pasaban cosas como estos ejemplos (inventados):
1. "-Hola-dije yo. -Hola-dijo ella" (En vez de que hubiera un punto y aparte después del "yo").
2. "Entonces salí del estacionamiento y lo vi. -Estás guapo.
-Tú también" (De nuevo, debería haber un punto y aparte entre "vi" y el "-Estás guapo").
3. "-¿Querés pedir comida china?
-No, prefiero árabe.
Bueno, yo prefiero china.
-Okey, pero comamos mañana árabe" (O sea, de repente había un diálogo que no tenía "-", entonces empezabas a leer como si fuera del narrador).
En fin, la cuestión es que esas cosas pasaban bastante al principio y admito que me tiraron un poco para atrás. Parece como que no le pusieron dedicación al libro, que era una traducción mala, de baja calidad. Pero se fueron espaciando los errores y además el contenido valía mucho la pena.
Lo que más destaco de este libro es su pluralidad. De hecho, podría perfectamente haber sido un libro de romance cis hetero blanco y clase media cualquiera, pero no se queda ahí. Incluye matices y diferentes puntos de vista. Justamente, acompañando la búsqueda de respuestas de la protagonista, vamos sumergiéndonos en distintas formas de entender el amor, el matrimonio, la pareja. Tenemos a la abuela, muy tradicional, que relega la felicidad en pos del compromiso y la responsabilidad; la madre, cuyo marido la abandonó con tres hijos y que ahora sale con hombres buscando simplemente romance pero no busca una relación seria; y así con el resto de los personajes. Cada uno con sus historias y particularidades. Y ojo, no es que se de una dinámica de pregunta y respuesta. Eso es otra cosa que adoré del libro. La protagonista a veces pregunta directamente "¿qué pensás de esto?" y le responden, pero en general vamos descubriendo los valores y las prioridades de cada personaje gracias a la interacción, incluso en escenarios que nada tienen que ver con el amor romántico.
La autora y las portadas de todos sus libros publicados hasta el momento. |
Los personajes reflexionan mucho. Es una novela muy adulta. Lejos de la impresión que puede dar la portada, la trama interior es madura, reflexiva. No hay ni clichés ni endulzamiento excesivo. Hay personajes realistas y conversaciones realistas. Y eso es algo que agradecí un montonazo. Y que me llegó mucho.
Me encantó la importancia que se le da a la familia. A veces, cuando uno corta con una pareja que ama, no tiene a su familia cerca por algún motivo. Pero la realidad es que en general, sea familia "de sangre" o amigos, uno busca los vínculos seguros, estables y mejor parados de su vida. En parte porque necesitamos que nos transmitan esa seguridad y en parte, creo yo, porque perdimos a quien estábamos tratando de hacer que fuese una parte segura de nuestra vida. Y en la novela se muestra como claramente la protagonista se refugia en esos vínculos, y los niveles entre ellos, dónde puede ser más ella misma, qué personas la ayudan a ser ella misma y la potencian.
Es un viaje de descubrimiento personal hermoso. Otra cosa que me gustó particularmente es que además de que todos los personaje son realistas y reflexivos (y sensatos), destilan cariño entre sí. Son familiares que se quieren, con sus diferencias, claro, pero dispuestos a hablar y mejorar. Y cada uno con sus conflictos, proyectos y metas propios, y eso es algo que la autora no deja de lado. A pesar de que tenemos una clara protagonista, durante el libro entendemos que a veces, uno no es el protagonista. Que, de hecho, en la vida hay que saber entender lo importante que es el otro y hasta dónde es necesario ser siempre uno el centro. Aprender cuándo, cómo y hasta dónde es sano ceder. Que no siempre es tóxico postergar alguna que otra cosa.
Portadas de los tres libros de la serie a la que pertenece este: "Por siempre unidos", "Por siempre ¿felices?" y "Quizás en otra vida". Tengo muchas ganas de leer los tres. |
Ryan y Lauren habían pasado a odiar al otro por la construcción que habían formado del otro también. A veces, en sus propias palabras, no hablaban ni veían al otro, sino a sus ideas del otro. Se anticipaban. Y dejar de escuchar a tu pareja es ponerse más de la cuenta en el centro de la ecuación. Ese respeto y esa comunicación no tienen que perderse nunca.
Este libro me dejó muchos aprendizajes. Tal vez de cosas que no había pensado, o no sabía, o simplemente puso en palabras reflexiones que venía pensando. Y también me deja una sanadora sensación de calma y seguridad. En algún momento de estas 314 páginas alguien dice algo así como que "el sol va a seguir saliendo siempre y no se puede medir el amor por si sigue o no saliendo el sol", reflexión que tomo con ganas. El libro reflexiona sobre qué es necesitar al otro, si es sano, hasta qué punto eso habla de amor. Y también sobre los mandatos que hay con el matrimonio (que hay que casarse si amás al otro, que hay que tener hijos, que amar es no poder vivir sin el otro). Y flota en el aire la conclusión de que no, no necesitás al otro, sólo te hace la vida más feliz; y que cuando necesitás a alguien, en esos momentos querés a esa persona. Y que nunca es tarde para seguir buscando si al final no era esa persona. Te deja pensando sobre la felicidad también, este concepto que tenemos de que hay que ser siempre felices, que es la única emoción válida, y también se pregunta sobre si es realmente lo más importante a veces.
En fin, lo recomiendo muchísimo. Sobre todo si están pasando por una ruptura amorosa: es muy relatable. Las emociones se sienten en el cuerpo. No suelo llorar con libros pero esté me hizo llorar de la angustia desgarradora que siente a veces la protagonista y que la autora supo transmitir muy bien. Me sentí muy identificado en muchas cosas.
En resumen: lo recomiendo un montonazo. Estoy ansioso por leer el resto de los libros de la autora. Suenan todos increíbles. Me alegra haber empezado por este.
Mi puntuación:
10/10.
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