jueves, 21 de septiembre de 2023

Reseña de Por qué volvías cada verano, de Belén López Peiró

 Por qué volvías cada verano

Autora: Belén López Peiró

Libro autoconclusivo, pero escrito en conjunto con "Donde no hago pie".

Avisos de contenido del libro: abuso sexual, abuso infantil, violencia verbal.


Sinopsis: Sospecha, descrédito, negación, rechazo: a todo eso y mucho más se ven enfrentadas las víctimas de abuso sexual. La justicia, la policía, incluso una parte de la familia duda de lo ocurrido, de que esa vergüenza y dolor sean reales y no producto de la fabulación de una mujer delirante, como lo muestra Por qué volvías cada verano. El debut de Belén López Peiró es una obra incómoda y desgarradora, que entrelaza los testimonios de familiares, abogados y psicólogos con los archivos judiciales de la causa que se abrió después de que la propia autora denunciara los abusos sufridos por un tío, miembro de las fuerzas de seguridad. La destreza con que se teje la compleja trama de versiones, la capacidad para transmitir los énfasis (y la opacidad del lenguaje) y la sosegada frialdad con que se desmonta un sistema que parece trabajar a favor del abusador, convierten a este libro en una muestra de coraje y de talento literario.


Resumen

Belén nos cuenta, a través de pequeñas narraciones, transcripciones de conversaciones y llamadas, y documentos oficiales de la justicia, la historia del abuso que sufrió entre los 13 y 17 años por parte de su tío, oficial de policía, en la localidad de Santa Lucía.


Reseña

Tal y como sucedió con la reseña del primer libro que leí de la autora (que es el "segundo" si tomamos el orden cronológico de los hechos), "Donde no hago pie", antes que nada es importante aclarar que aquí no reseñaremos nada relacionado a la historia ya que, más allá de ser un tema delicado, se trata de la vida de la autora. Hablaremos más bien de la estructura, de lo que me generó, y de algunas reflexiones.

Dicho esto, comencemos.

Ante todo creo que destaca lo mismo que me resultó relevante del otro libro: la precisión de la autora, lo conciso de todo lo que cuenta. Todo tiene su por qué en el libro. Da una muy buena sensación periodística.

Por otro lado, creo que la manera en la que habla de su historia es muy movilizadora. Es directa, habla sin esconderse, sin tapujos, tapujos que harían la vida de quien lee (y de quien abusa) más fácil, pero Belén pone las palabras para que quede sobre la mesa lo que es. Que no quede lugar a dudas. Que no haya espacio para ocultar, esconder, justificarse. Cito:

"Y así me entregabas, cada verano, y así me recibían, como parte de pago. Era un paquete que depositabas en diciembre, después de terminar el colegio, y retirabas en marzo, toda cojida. Una virga de llegada y un desecho de salida, un vale que canjeaban meses más tarde por regalos.

Y vos seguías ahí, inmutable. Sin entender que lo único que necesitaba era que me veas y te quedes. Que no me sueltes la mano (...)" (página 28).

"Llamarlas víctimas es volver a garcharlas otra vez. (...) Es convencerlas de que les cagaron la vida, de que su historia empieza y termina ahí, con el tipo adentro. (...) y que ya nadie va a garantizar que no se las vuelvan a cojer. (...) una vez que él acabó adentro, ya están listas para acabar con la mierda que les quedó, con su vida. (...) Así que subite la pollera y preparate, que el próximo paso es desangrar. Pero por dentro." (página 91).

Y así hay muchos otros ejemplos. La autora interpela e incomoda, porque no te permite decir: "no me imagino cómo deberá sentirse...". Te lleva al límite último de la empatía: hasta donde más podés sentir, no te deja ningún rincón libre a la imaginación. Lo que no rellenás, tiene que ver con que no lo viviste, únicamente.

Me parece relevante también destacar cómo el libro hace hincapié en muchas de las violencias que las víctimas deben sufrir más allá de la violencia central del abuso: habla del dolor de su familia abandonándola primero, y luego tomando partido como si hubiera partido que tomar, como si no fuera una única opción posible, como si ella tuviera que convencerlos. Habla de su madre queriendo ser el centro del dolor. De su abogado siendo un incompetente, que no sólo no entiende el dolor, sino que revictimiza y maneja como si fuera un asunto meramente burocrático su caso. Habla de médicos que hacen mal su trabajo, deciden creerle a una nena con un desgarro vaginal que "se cayó de la bicicleta". Y más.

Por último, he de decir que si bien me gustó, me parece importante y muy bien hecho, en cuanto a experiencia lectora no me llegó tanto. Creo que el momento de lectura tal vez influyó, tal vez fue que conocía del otro libro al menos los esbozos de la historia (y de la voz de la autora), y no sentí una diferencia abismal.

No obstante, de nuevo: gran lectura, es muy importante que libros así existan y se lean y difundan.

Mi puntuación:

7,5/10.

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