Alambradores
Autor: Sebastián González
Libro autoconclusivo
Sinopsis: En estas páginas el campo es una presencia que se impone de una manera que se aleja del canon, no es un lugar plácido sino un espacio de trabajo, espacio que se resignifica con la presencia de cinco trabajadores, de cinco alambradores que comparten la semana y la espera del regreso a sus hogares. Ese micro universo se comienza a tensar cuando la realidad se aleja de la tranquilidad rutinaria. Cinco hombres alejados de todo, aislaos, llevados al límite en la espera aburrida del campo, en el límite del monte entrerriano. El tiempo se suspende, cualquier cosa puede pasar.Resumen
Cinco trabajadores del campo, alambradores más precisamente, aguardan un viernes al mediodía que su patrón los pase a buscar para ir a una concentración.
Pero su patrón no llega. Pasan las horas, aparecen las hipótesis, y durante todo el libro nos quedaremos con estos cinco personajes que, por algunas razones, no quieren o pueden emprender el largo viaje de vuelta a la ciudad por su cuenta.
Varias interrogantes nos acompañarán a lo largo de la corta lectura (el libro tiene 108 páginas), y conoceremos en mayor profundidad a Rengo, Fiero, Mono, Ojedita y Mojarra. Sus roces, sus vidas, sus deseos y preocupaciones y también su convivencia, extendida por un enigma: ¿qué le habrá pasado al patrón?
Reseña
Leer este libro luego de "La gentrificación es inevitable y otras mentiras" fue, al principio, bastante chocante. Tienen, evidentemente, registros muy distintos ya de por sí al ser uno una novela y otro un libro de teoría, pero además se suma que esta novela tiene un tono particularmente informal.
Pasadas las primeras cinco o diez páginas de shock, comencé a meterme en la historia y he de decir que salgo muy complacido.
El disparador es interesante. La novela logra mantenerte intrigado durante toda su duración. Lleva un ritmo ligero, pero no por ello menos suspicaz. Los personajes se nos van presentando de a poco, y no resulta confuso. No sentí para nada desencajados los diálogos, algo que a veces, cuando en la literatura busca imitarse un registro tan informal, termina pasando.
Además, el libro dura lo que tiene que durar. No es que no habría podido seguir leyendo (estaba de verdad interesante y la narración es cómoda y entretenida), pero cuenta lo que quiere contarte y cierra. Me pareció acertado.
Por otro lado, me parecieron muy bien manejados los tiempos de clímax, las tensiones iban creciendo de forma coherente, nada pareció apresurado.
Lo único que realmente podría destacar como negativo es que a veces el autor usaba el recurso de decir que habían pasado cierta cantidad de días o de tiempo luego de tal suceso, pero parecía ser al azar. Es decir, casi parecía que daba lo mismo cuánto tiempo pasara. Sobre el final sí se notaba un poco más que llevaban mucho más tiempo del esperado en ese campo, pero podrían haber sido desde días a semanas, no había mucha diferencia a nivel ficcional, no se notaba en los personajes ni en la narración.
Por otro lado, me pareció que la subtrama entre dos de los personajes (no diré cuáles ni qué subtrama para no hacer spoiler) estaba muy bien construida y espaciada. Y es que la novela se divide en dos narraciones: la general, que nos habla de los cinco personajes (más allá de que haya momentos puntuales en los que focaliza en uno o en otro), y otra que nos habla sólo de dos (y que mantiene ocultos sus nombres hasta el final). Me pareció que la cantidad de veces que aparecían una y otra y la manera en la que lo hacían estaba muy bien.
Por último, destacar que me gustó la referencia al mundillo sindicalista - político. Un buen condimento.
En resumen, el libro me gustó mucho. Me pareció una trama entretenida, me sorprendió el tiempo que duraba (tenía como idea preconcebida que sólo pasaban una o dos horas más de las que debían), me gustó la manera en la que está narrado y la prosa del autor.
Mi puntuación:
8/10
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