sábado, 25 de febrero de 2017

Reseña de La chica del león negro, de Alba Quintas Garciandia

Hola, Encuadernador@s. Hoy les traigo otra reseña.


La chica del león negro.
Autora: Alba Quintas Garciandia.
Publicado por Plataforma Neo.
Título original: La chica del león negro.
Libro autoconclusivo.
Sinopsis: Al caer la noche, Serena deja de ser Serena para transformarse en la chica del león negro, y el oscuro mundo de Némesis se convierte en su única realidad. Allí, en la sucia ciudad donde nunca sale el sol, la joven busca una curación para Pascal, el último paciente de su padre y su amor. Pero los siete Delirantes que gobiernan la urbe doblegando a todo aquel que acabe en sus dominios temen y odian a Serena, la única humana que aún no ha sido tentada por su poder. Perdida en una lucha que quizá no pueda ganar, Serena se enfrentará a cualquier obstáculo para que Pascal pueda tener una vida normal. Secretos, arte, delirios y muerte se interponen entre la chica del león negro y su felicidad.


Resumen - Sin Spoilers

Serena todas las noches atraviesa un portal y se dirige a Némesis, un mundo oscuro y peligroso dominado por los Delirantes, y se aventura allí para conseguir una cura para su novio, Pascal.



Reseña - Sin Spoilers

Veamos. Este libro no lo terminé, y quiero aclarar acá por qué.
El libro lo vi por primera vez y me llamó la atención su portada, pero no fue hasta bastante después que leí la sinopsis. No me convencía la parte de la historia de amor, pero el mundo parecía fascinante, así que decidí darle una oportunidad.
Empecé a leerlo, y los dos primeros capítulos fueron amor puro. Me encantó tanto cómo se presentaba el mundo como la idea en sí de éste, y también las partes en negro de la novela que son narrados en primera persona por alguien misterioso. El caso, seguí leyendo y descubrí a Serena, la protagonista, y ahí fue cuando todo empezó a ir mal. Y atentos porque lo que les voy a decir es raro:
Había un choque excesivamente notable entre la descripción de Némesis (el otro mundo) y los personajes y el mundo humano. Eran claramente inferiores estas últimas dos cosas. En serio parecía que los había escrito otra persona. Y ese choque...bueno...me chocó, si se entiende. Me sorprendió mucho y me disgustó, a partir de ahí la lectura se me hacía tediosa. Y fue entonces que empecé a buscarle con más detalle los fallos al libro.
Primero y principal, la protagonista escribe, lo cual está bueno para la trama porque tiene sentido, pero me parece...cómo decirlo...DEMASIADO TIRADO DE LOS PELOS, puesto con pincitas, definitivamente, eso no tenía que estar ahí. Y me refiero a que la descripción de cómo se sentía ella al escribir me pareció excesivamente exagerada y, perdón, de típica escritora desesperada por crear empatía. En fin, es mi opinión.
Otra cosa: la historia de amor definitivamente no me convenció. Pero no porque fuera irreal (que puede ser, pero no tanto), sino porque me parece que estaba puesta de relleno. O sea, sobraba. Claramente por el hecho de que su viejo trabajara yendo a ese otro mundo la autora tenía mil formas de hacer que Serena, su hija, también lo hiciera. Pero tuvo que elegir al amor. Y no lo hizo bien porque se notaba que estaba ahí porque era necesario.
Además, el libro me resultó bastante predecible en cuanto a lo que es trama dramática. Era tipo (ejemplo que no pasa dentro del libro): Hay un hombre sospechoso que sigue a la mina a todos lados y la mina siente que lo conoce de algún lado. Termina siendo su padre fugitivo que no había muerto al final, sólo estaba escondido. Es como: ¿Rilly? Ya lo sabía.
En resumen: no había giros interesantes porque la trama era muy plana y sobre todo el amor estaba puesto porque sí, y a pesar de que tenía un gran mundo para usar y cuyas descripciones e ideas estaban fenomenalmente bien, no supo aprovecharlo y terminó poniendo relleno, tras relleno, tras relleno.
En definitiva: lo bueno es el mundo, lo malo es todo el resto de las cosas.
Mi puntuación:
4/10.

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