viernes, 3 de febrero de 2023

Reseña de La policía de la memoria, de Yoko Ogawa

 La policía de la memoria

Autora: Yoko Ogawa

Libro autoconclusivo

Sinopsis: En una pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles... Peor aún, también se desvanecerá la memoria de ellos, al igual que las emociones y sensaciones que llevaban asociadas. Nadie sabrá ni recordará entonces qué eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de proteger a su editor, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan. La ayudará un anciano al que empiezan a fallarle las fuerzas. Mientras, lentamente, nuestra protagonista va dando forma a su novela: es el relato de una mecanógrafa cuyo jefe acaba reteniéndola contra su voluntad en un altillo. Una obra sobre el poder de la memoria y sobre la pérdida.


Resumen

Nuestra protagonista es una escritora de novelas. Sus dos personas más cercanas son un anciano, viejo amigo de la familia, y su editor, de quien conoce poco y nada más allá del vínculo que comparten por la escritura, pero que es suficiente.

Viven en un lugar poco habitual: una isla en la que poco a poco las cosas van desapareciendo. Los pájaros, una fruta, los encendedores, o tal vez los almanaques, los paragüas, el olor de los jazmines o los jazmines mismos...los límites de qué puede desaparecer y qué no son inciertos y, a lo largo de la novela, se irán poniendo a prueba y en duda.

Hay algunas personas que no olvidan. Que mantienen en su memoria y en sus cuerpos todo lo que va siendo forzado a desaparecer. Esa gente es inspeccionada y retenida por la policía de la memoria, que se encarga de apartarlos de la sociedad, y nadie sabe a dónde van o qué hacen con ellos.

Uno de ellos es el editor de nuestra protagonista: el señor R. Juntos, el anciano y la escritora tratarán de ayudarlo a escapar de las garras de la policía mientras tratan de adaptarse a todas las nuevas situaciones a las que se ven sometidos con cada desaparición. Todo eso, sin dejar de preguntarse: ¿cuál es el límite?


Reseña

Bien. Aquí estamos frente a una nueva reseña, la segunda de 2023. ¿Cómo los viene tratando este año?

Yo estuve algo desaparecido. Necesité descansar. Pero aquí vuelvo, con la reseña de un libro que ya les adelanto que me deja bastante que decir.

En primer lugar, quiero destacar que el estilo de la autora me pareció bellísimo (y muy bien traducido). No le fue difícil hacerme sentir únicamente con la elección de palabras (y con sus enlaces) la añoranza típica de cuando uno recuerda algo que creía olvidado, o la angustia de poder olvidar pronto algo que quiere retenerse. En resumen, el estilo acompaña muy bien a la trama, generando una atmósfera propicia.

Por otro lado, me parece sumamente necesario destacar que hubo algo (bastante central) que no me terminó de cerrar: de dónde venía la narración. Al empezar a leer, me resultó curiosa la elección de un narrador en primera persona, en pasado. Pero también consideré que probablemente la autora lo hubiera tenido en cuenta, y que pronto vería las pistas de su objetivo distribuidas por aquí y por allí. Pero eso no sucedió: la protagonista escribe en pasado sobre cosas que supuestamente ha olvidado y no se da realmente ninguna explicación lógica a ello.

También es el caso del motivo de las desapariciones, el funcionamiento de la isla o de la policía de la memoria. Todo eso queda medio inconcluso, en el aire. Aquí se divide mi opinión interna: por un lado, me gusta la idea de leerlo como simplemente una metáfora, algo "mágico" que sucede y que no es su explicación la importante sino los efectos que tiene y cómo van los personajes ajustándose y desarrollándose a partir de esos puntos. Pero por el otro he de decir que, sumado a lo que pasa con la protagonista, es demasiado conveniente.

Leyendo una reseña sobre el libro (click acá) para ver si era el único que pensaba así, me encontré con una expresión que me permito parafrasear: la trama necesitaba oxígeno, y la autora se lo dio con la narración y evitando explicar esas cuestiones.

Creo que al lector le juega una mala pasada el hecho de que a medida que pasan las hojas, "aún puede pasar". Si bien se hace cada vez más improbable, uno siente que todavía puede aparecer una explicación, pero no lo hace.

Por otro lado, me resultó muy extraño que en la sinopsis mencionara a "(...) un anciano al que empiezan a fallarle las fuerzas (...)", cuando eso no es así hasta bastante después de pasada la mitad del libro. Sentí que no aportaba además nada a la sinopsis como para que realmente se justificara ponerlo. Creo que es otra de las cosas que a uno lo mantienen crédulo de que aún pueden pasar más cosas: si lo del anciano pasó tanto después... ¿no puede ser que falte mucho en cuanto a trama?

Hay un episodio en particular que me parece muy innecesario. Hay un momento dado en el que la protagonista se apersona en una de las oficinas de la policía de la memoria, por un motivo que no revelaré, y toda esa situación me parece innecesaria. No suma a la trama, no construye mucho al ambiente y además deja abierto un hilo que al final nunca vuelve a tocarse ni siquiera como recapitulación.

Entiendo que existe una clara posibilidad de que todo tenga que ver con que el libro habla del olvido, y que el hecho de que las cosas de pronto parezcan no tener peso y vayan desapareciendo hace un poco a lo que busca transmitir. Como si tratara de mimetizar la experiencia del lector con la de la protagonista en esa isla. Pero incluso bajo esa posibilidad, me parece que la escena en la que ella interactúa con la policía de la memoria es innecesaria.

Luego hay otras que, recapitulando, van cayendo en el olvido, y todo parece puesto y retirado a medias. No a las apuradas: a medias. No termina de entrar, no termina de salir, es vago, disperso. Noto el gran paralelismo que hay con la trama. No sé si en experiencia me convence.

Remarco nuevamente la belleza de la narración porque me pareció fundamental a la hora de seguir leyendo. Asimismo, había algo en la cotidianeidad de ciertas escenas que transmitía mucha paz. Me gustó también cómo sobre el final todo empieza a caer a un plano casi demencial. Quizás, me hubiera gustado que lo explorara un poco más. Me pareció que podía haber algo interesante por ese lado.

Por último, respecto a la historia enmarcada (la novela que la protagonista escribe), creo que debemos dedicarle algún que otro párrafo.

Al principio, no me resultó particularmente interesante. Sí me dejé llevar nuevamente por la idea de que la autora entrelazaría todo más sobre el final y tendríamos una enorme revelación. Tal vez la protagonista al final era ella, o estaba escribiendo su propia historia, o quién sabe. Pero a medida que avanzaba, me fue interesando más.

Sobre el final, creo que es en donde más se explotó el plano casi demencial, así que sobra decir que me gustó. Pero me dejó con un sabor medio insípido teniendo en cuenta que no se concretó nada a partir de ahí.

En fin. Me quedo con varias preguntas, con ganas de que hubiera habido otras explicaciones. Pero no me resultó una "mala lectura".

Mi puntuación:

6/10

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