domingo, 14 de diciembre de 2025

Reseña de Aiwa, de Sergio Bizzio

 Aiwa

Autor: Sergio Bizzio

Libro autoconclusivo

Sinopsis: Aiwa es una de las novelas emblemáticas de Sergio Bizzio, en la que un extraño fenómeno biológico trastoca la vida apacible y ordenada de una aldea de montaña. Mientras dos adolescentes de muy distintas edades se enamoran y hacen de las suyas, la novela despliega capas de conflictos filiales, comerciales y científicos, con una narrativa fantástica y vertiginosa. Reeditada ahora, después de catorce años, Aiwa confirma el vigor de la obra de Bizzio, que ineludible por la calidad de su escritura y por lo singular de su universo ocupa un lugar central en la literatura argentina contemporánea.

Resumen

En una aldea de montaña, a los hombres (cis, vale la aclaración) les crecen los pechos de la noche a la mañana. Esto trastoca la vida que llevaban hasta el momento, bastante autosuficiente, y los esconde a los hombres cis en una nube de vergüenza y duda.


Reseña

Dejé este libro a la mitad de la lectura, o un poco menos. Igualmente quiero pasarme por acá a hablar de por qué. Dejé de leer este libro porque no tiene en cuenta a la experiencia trans. Ni el libro ni quienes lo comentan, aludiendo que es un "mundo singular" como si hoy en día no hubiera hombres con pecho.

Empezamos fuerte, ¿no?

Bueno, igual quiero dejar en claro que no creo que esto tenga mala intención. Ni de parte del autor ni de parte de nadie, al menos no a priori. Pero sí que, como persona trans, me angustia la certeza de que falta todavía mucho para que nuestras realidades empiecen a estar insertas en el imaginario de forma tan natural como es ser cis.

Expliqué esto en un video para YouTube: el hecho de que no se le haya ocurrido a nadie que esto ya pasa es lo que me puso triste. Y ojo, ¡también cabe la posibilidad de que sí! Pero no hay nada que lo demuestre. Por consecuencia a mí, un lector trans, a quien su experiencia de vida hace que le importen particularmente estos temas, le choca.

Puse este mismo ejemplo en el video: imagínense que dos personas leen el mismo libro policial. La persona A suele leer policiales, pero la persona B no. Tal vez, a la persona A le parezca "un libro más". No le va a parecer difícil ver algunos truquillos y, por más que no necesariamente tenga errores, no le va a generar mucha adrenalina ni intriga. Por el contrario, la persona B suele leer libros de otro tipo. Pongámosle que de romance. Cuando lee el libro, lo encuentra atrapante e interesante, no se ve venir los giros argumentativos y jamás había leído nada con varios de los recursos utilizados.

Es el mismo libro, objetivamente puede que no esté mal escrito o tenga algún error técnico, pero el lector A tal vez piense que ese no fue un libro adecuado para su trayectoria y la persona B quizás sí.

Bueno, lo mismo me pasó a mí: este libro es adecuado para gente cis o gente trans a quienes por su experiencia de vida lo que sucede acá no les moleste. No soy uno de ellos.

No tiene que ver con un acto transfóbico directo (no siento que haya habido una actitud o intención denigrante hacia la identidad trans), sino con el mensaje indirecto de que a nadie se le ocurrió pensar en esa posibilidad.

Pongo otro ejemplo que creo que va bien. Imaginémonos una cena familiar. Mario va a la cena solo. Está soltero. Su tío le pregunta: "¿Para cuándo la novia, Mario?". Ignorando la parte (que también podemos analizar) de la necesidad de tener una pareja, lo que se está asumiendo en esa pregunta es que, si hay una pareja, será mujer. Y es más: se asume que Mario será heterosexual. No es que puede tener una novia y ser bisexual. En esa pregunta, contenidas, hay un montón de asunciones: Mario se fija exclusivamente en mujeres (es heterosexual), la próxima pareja de Mario va a ser mujer, esa mujer va a ser también heterosexual y va a ser cis.

¡Y ojo! No siempre el tío que pregunta eso tiene un problema con otras respuestas. Tal vez una noche, Mario le dice al tío: "No, tío, novia no. Novio. Me gustan solo los varones". Y el tío le diga: "¡Ah, genial! ¿Y cuándo traés al novio?". O tal vez no. Tal vez su respuesta sea: "eso no se puede". Pero el punto es que, en su pregunta incial, no había espacio para Mario, a quien le gustan exclusivamente los varones. Y tampoco había espacio para Miguel, el hombre al que conocerá unos días después y de quién se enamorará para luego formalizar una relación. Y si Mario (el real, al que le gustan los hombres) y Miguel (su novio, pero además otro hombre al que le gustan los hombres) no existen, hay un montón de otras cosas que la sociedad no contempla. Si ni siquiera existe en el imaginario la posibilidad de que a un hombre le guste otro, menos va a existir la posibilidad de que esos dos hombres quieran ser novios, casarse, tener hijos, adoptar una mascota o firmar un título de propiedad juntos. El imaginario moldea la realidad. Suele decirse que si lo podés pensar lo podés hacer. Pero a veces nos detenemos poco a pensar lo opuesto: ¿qué pasa si ya lo hacés pero nadie lo puede pensar?

O incluso: si nunca se te presentó la posibilidad como pensamiento, vas a tardar mucho en darte cuenta de que lo podés hacer. Y tal vez podía ser más fácil ese proceso si ese tío te preguntaba alguna vez: "Mario, ¿te gusta algún chico o alguna chica?".

En fin, toda esta catarata de reflexiones viene al caso porque este libro no tuvo en cuenta que existimos varones que tenemos (o tuvimos pero nos operamos) pecho.

Y hago la salvedad de que no fue para mí el libro porque es mi experiencia como persona trans la que saca a colación estas cosas. Podría haber sido otro tipo de experiencia y que no me hubiera parecido más que un relato gracioso. Podría haber sido cis. Pero no lo soy. Los lectores no somos recipientes vacíos que están esperando que el autor haga algo. Los lectores, así como los autores al crear, tenemos experiencias y una vida que influyen al leer. Es parte del por qué tenemos preferencias a la hora de leer cierto género literario u otro. Bueno, lo mismo pasa acá. No a todos los lectores les pasará lo mismo y, en mi caso, este tipo de libros, que no me conciben siquiera, no tienen espacio en mi vida. Si yo no puedo ser tu lector imaginario, vos no podés ser mi libro real. No quiero pasar tiempo con libros que no me tienen en cuenta.

Bueno. Mi puntuación:

0/10

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